Sobre mí

Las veinte preguntas más frecuentes sobre el método Pilates (y II): dudas sobre la práctica

 

Esta es la segunda entrada para completar las veinte preguntas más frecuentes sobre el método Pilates. 

En el post anterior vimos las dudas sobre el entrenamiento de Pilates:

1. ¿Qué es el método Pilates?

2. ¿Para quién es el método Pilates?

3. ¿A qué edad se puede practicar Pilates?

4. ¿Se puede empezar a practicar Pilates en la madurez?

5. ¿Se puede practicar Pilates durante el embarazo?

6. Y una vez que de a luz, ¿El Pilates me ayudará a recuperarme más rápidamente?

7. ¿Qué beneficios tiene el método Pilates?

8. ¿Hay que estar en forma antes de empezar a practicar Pilates?

9. ¿El Pilates sirve para adelgazar?

Y en esta entrada contestaré a las dudas sobre la práctica del Pilates:

10. ¿Por qué me duele la espalda durante una sesión de Pilates?

11. ¿Por qué me duele todo el cuerpo tras una sesión de Pilates?

12. ¿Por qué me mareo durante la clase de Pilates?

13. ¿Por qué no sudo en la clase de Pilates?

14. ¿Cuándo veré los resultados practicando Pilates?

15. ¿Cuántas veces por semana debo practicar Pilates? Cuánto tiempo por sesión?

16. ¿Se puede practicar Pilates sin material?

17. ¿Es mejor el Pilates o el Yoga? ¿Qué disciplina me conviene más?

18. ¿Es necesario repetir este ejercicio en todas las clases?

19. ¿Por qué no me centro en la clase de Pilates?  ¿Cuándo sentiré que conecto con mi cuerpo?

20. ¿Cómo cambiará mi cuerpo con el Pilates?

Empecemos, que hoy también tenemos mucha tarea.


10. ¿Por qué me duele la espalda durante una sesión de Pilates?

Muchos alumnos sienten mejoría en su dolor de espalda con tan solo una sesión de Pilates, como si se dieran un masaje y se recolocaran los músculos.

    Sin embargo, a veces no es así, y teniendo en cuenta que la mayoría de practicantes llega al Pilates precisamente por problemas en la columna, sentir que el dolor no desaparece o incluso aumenta cuando empezamos a practicar Pilates, no nos gusta nada.

    Puede ser por lo siguiente:

- Se está ejecutando mal algún ejercicio o trabajando con un grupo muscular incorrecto.

- No se ha puesto suficiente atención al calentamiento porque es la parte más aburrida de la clase.

- No estamos “verdaderamente presentes” en la clase. Estamos trabajando con nuestro cuerpo sin prestar atención.


Foto de Robert Collins, Unsplash
O porque estás haciendo este ejercicio
solo para parejas estables.
 
Robert Collins, Unsplash


Tal vez te interese: Cómo conectar cuerpo y mente en Pilates

    Otro problema, que me he encontrado muchas veces en la clase, es el siguiente: vas a clase con un grupo que lleva mucho tiempo practicando Pilates y hacen ejercicios muy chulos y vistosos que te gustaría realizar, por supuesto; pero el profesor, que es un aburrido y se cree que eres de cristal, te dice que tú vas a trabajar el mismo grupo muscular pero con otra forma más fácil de ejecutar, para que aprendas como se hace y poco a poco ir subiendo de nivel. Pero tú no estás de acuerdo, porque crees que tienes la forma física de Usain Bolt y en cuanto el profesor se va a corregir a otro alumno tú imitas a tus compañeros más avanzados.

    Error. Grave error.

    Recuerda que tu profesor no te sugiere un ejercicio fácil y aburrido porque te tenga manía o para ponerte en evidencia; te ha estado evaluando y sabe cuál es tu fuerza, tu flexibilidad y tu capacidad de concentración. Sabe lo que te conviene: déjate guiar. 


Foto de James Wheeler, Unsplash
No seas cabezota y déjate llevar.
James Wheeler, Unsplash


11. ¿Por qué me duele todo el cuerpo tras una sesión de Pilates?

Hay dolores y dolores.

    Hay dolores “gustosos”, como yo les llamo: agradables punzaditas en algunos músculos que te recuerdan lo que trabajaste el día anterior. Es tu cuerpo agradeciéndote lo que haces por él.

Pero recuerda que las contracturas no son agujetas y que nunca debe ignorarse un dolor que nos quite movilidad o dificulte nuestra vida normal.

Tal vez te interese: Distinguir calambres, agujetas y contracturas.

    Las causas del dolor tras una clase de Pilates pueden ser muchas: el ejercicio es demasiado intenso para ti, la posición incorrecta, o no estiraste bien, o no calentaste. O estabas tenso o distraído.


Foto de Karthik Thoguluva, unsplash
O has intentado hacer esto.
Karthik Thoguluva, unsplash

    Pero sea cual sea la causa, durante la clase, avisa siempre a tu instructor si sientes dolor en alguna articulación, especialmente en la zona del cuello. Algo no se está haciendo bien y hay que revisar la posición durante el ejercicio o cambiarlo por otro.


12. ¿Por qué me mareo durante la clase de Pilates?

Las causas de los mareos durante las sesiones de Pilates suelen estar en una respiración inadecuada. 

    En ocasiones, respiramos poco por tener muy apretado el vientre y en tensión. Otras veces, suspendemos la respiración al hacer ejercicio con lo que sube la presión arterial y luego cae (efecto Valsalva).

    Pero lo que suele ser más común es que estemos respirando rápida e intensamente, de modo que nos hiperventilamos y nos puede incluso provocar algo de angustia.

    Es normal entonces experimentar aturdimiento, dolor de cabeza, visión borrosa o de túnel o debilidad, que suele remitir en pocos segundos.


Foto de Emil Widlund, unsplash
O has intentado hacer Pilates
en el Dragon Khan.
Mala idea.

Emil Widlund, unsplash

    Si te mareas, coloca tu cabeza elevada, por encima del nivel del corazón y bebe un poco de agua. Si la sensación no remite y hay otras señales de alarma como dolor en el pecho o en el brazo izquierdo, palpitaciones, dificultades para hablar o moverte, habrá que buscar ayuda médica inmediatamente.

    Recuerda la importancia de la hidratación, de alimentarse adecuadamente y que durante las clases de Pilates no debemos movernos ni cambiar de postura con demasiada rapidez para no provocar hipotensión postural (esa desagradable caída en la presión arterial cuando te sientas o te pones de pie bruscamente) y que hay que coordinar respiración y movimientos con fluidez y control.


13. ¿Por qué no sudo en la clase de Pilates?

Pero, ¿para qué quieres sudar?

    Yo te lo digo: necesitas saber si estás haciendo ejercicio, si estás realizando un esfuerzo que luego dará frutos, y si no sudas, ¿cómo vas a saberlo?

    Pero, responde: ¿Quieres mejorar la salud de tu cuerpo y tu mente o quieres sudar? Porque hay saunas y baños turcos muy efectivos si lo que quieres es traspirar como un queso manchego en agosto.


Foto de Xavier von Erlach, unsplash
Alumnos de Pilates sudando lactosa
y algo de moho tras una clase.
 
Xavier von Erlach, unsplash


    O tal vez crees que cuando sudas pierdes peso. Te recuerdo que no pierdes grasa con el sudor. El sudor es casi todo agua y sales minerales y la recuperarás (más te vale) en cuanto te hidrates.

    Para aquellos que piensan que en las clases de Pilates, nos dedicamos tan solo a estirarnos despacio mientras respiramos con profundidad, les recuerdo que el Pilates puede ser un entrenamiento muy intenso y la prueba es que muchos deportistas de élite, y bailarines, y acróbatas, y astronautas lo utilizan y dan fe de que puede ser todo un reto. Recuerdo: hay niveles y Niveles de Pilates.


Foto de Sushil Ghimire, unsplash
Esta chica lo sabe.
Sushil Ghimire, unsplash

    No es cuestión de repeticiones o de intensidad, sino de más precisión, más control, más fluidez, más concentración. ¿Te parece poco?

    Resumo: el Pilates es efectivo aunque no sudes.

Puedes encontrar más información en este artículo de Runtastic: ¿Qué es el sudor?


14. ¿Cuándo veré los resultados practicando Pilates?

Resultadistas del mundo, escuchadme bien: No lo sé.


Foto de Hulki Okan Tabak, unsplash
No soy Zoltar, ni tengo bola de cristal
ni leo las hojas del té. Molaría, pero no
.
Hulki Okan Tabak, unsplash

    Hay relativo consenso en que, suponiendo que realicemos dos sesiones por semana, en un mes o dos de práctica de Pilates deberíamos empezar a ver resultados, pero depende mucho del alumno, de escoger la escuela que más nos conviene a cada uno, de la interacción alumno-profesor…

    Joseph Pilates decía:

“En diez sesiones sentirás la diferencia, en 20 verás la diferencia y en 30 tu cuerpo habrá cambiado por completo”. 

    Se supone que para mejor, claro. Sin embargo, puede que tardes algo más en ver precisamente el resultado que tú buscas.

    En mi opinión personal, no deberías obsesionarte con los resultados: tan solo disfruta de la práctica y empieza a “Sentirte por dentro”. Lo demás vendrá luego. Seguro. Pero primero debes disfrutar.


Foto de Charles Gaudreault, Unsplash
Pues 12.724 sesiones de nada
y me ha salido esto. ¿Es normal?

Charles Gaudreault, Unsplash

15. ¿Cuántas veces por semana debo practicar Pilates? ¿Cuánto tiempo por sesión?

Lo más habitual es realizar dos o tres sesiones a la semana de una hora cada una. Pero lo ideal sería todos los días, de lunes a domingo.

    En todos los deportes, y especialmente en las disciplinas cuerpo-mente como el Pilates, es importante la constancia en la práctica para obtener los mejores resultados.

    Ya sabes: pico y pala.


Foto de Luis Feliciano, Unsplash
Y rastrillo y azadón y horca y escoba de ramajos.
Lo que haga falta.

Luis Feliciano, Unsplash

16. ¿Se puede practicar Pilates sin material?

Seguramente habrás visto esas extrañas máquinas y aparatos para Pilates y habrás pensado que esos aparatos son la base del Pilates.


Foto de Jordan Nix, Unsplash
Algo como estas cómodas camas.
Jordan Nix, Unsplash


    Es verdad que las máquinas de Pilates reducen la posibilidad de dañarse las articulaciones y son ideales para recuperarse de una lesión, por ejemplo. Además, hay más apoyo, algunos ejercicios se hacen más seguros o se puede aumentar el nivel sin riesgo de lesiones.

    Pero el trabajo en suelo, con una colchoneta como único material, es el verdadero fundamento del trabajo de Pilates.

    Por ese motivo el método Pilates, cuando se tiene práctica, es una de las disciplinas mejores y más completas para practicar en casa sin material deportivo.

Aquí tienes algunos ejemplos.


Como este.


17. ¿Es mejor el Pilates o el Yoga? ¿Qué disciplina me conviene más?

Cada uno deberá evaluarse y experimentar con su propio cuerpo hasta dar con la disciplina y la escuela que más le aporta.

    En este post hablo en profundidad de dos hermanos que se llevan maravillosamente: Pilates y Yoga.


18. ¿Es necesario repetir este ejercicio en todas las clases?

La primera vez que vas a clase y te explican un pelvic curl, te parece que son muchas instrucciones a la vez, como cuando aprendes a conducir y crees que nunca vas a poder dominar la palanca de cambios, el volante y los pedales al mismo tiempo.

    Inhala, exhala, implica los abdominales, lleva el ombligo a la columna, los abdominales presionan la columna contra el suelo, inhala, eleva las caderas, espalda baja, ahora media, piernas paralelas, no tenses hombros ni cuello. Exhala, control abdominal, baja la espalda vértebra por vértebra, inhala colocando la columna en posición neutral.

    ¿Me olvido algo? Probablemente.

    Por si aún tienes dudas puedes consultar esta útil guía para realizar el perfecto pelvic curl. O este vídeo:



    Pero pasan las semanas, y el profesor vuelve a sentarse a tu lado mientras haces el pelvic curl y te corrige un día la respiración, otro la altura de la subida, otro el apoyo. Y ya te tiene harto.

    Pero, ¿es que aún no lo hago bien?

    Pues seguramente no.

    Pero si parece fácil.

    Pues no lo es. Y si te lo parece es que no lo estás haciendo bien. Recuerda:

    Si parece fácil, no es Pilates.

    Ten en cuenta que el objetivo no es cuantas repeticiones de un ejercicio eres capaz de hacer, sino la perfección. No importa la meta, importa el camino.

    Bienvenido al Pilates, pequeño saltamontes.


19. ¿Por qué no me centro en la clase de Pilates? ¿Cuándo sentiré que conecto con mi cuerpo?

Esta es una pregunta de nivel y si la haces es que has comprendido uno de los pilares fundamentales del Pilates, de qué va realmente la práctica de una disciplina cuerpo-mente.

    Pasará. No de golpe y no para siempre. Como en la meditación, a veces sentirás pequeños momentos de conexión verdadera de solo unos pocos segundos, en los que todo parece confluir en el mismo punto: respiración, movimiento, foco… tu cuerpo y tu mente unidos en la misma empresa.

    Luego desaparecerá. Volverás a ser un humano normal, de esos que andan por la vida con cuerpo, mente y espíritus desconectados y que no se dirigen la palabra como cuñados en la cena de Nochebuena.

    No te preocupes; con el tiempo podrás mantener esos momentos de conexión durante más tiempo e incluso sentirlos fuera de la clase de Pilates.

    Tu cuerpo y tu mente, conectados y en paz. Quién no lo ha sentido, no sabe lo que se está perdiendo.

Foto de Omid Armin, unsplash
Omid Armin, unsplash

Tal vez te interesen alguno de estos post:

Cuatro consejos que cambiarán la forma en que practicas el método Pilates

En este post, Pilates para adultos mayores, hablo de conexión. Y de otros temas, a cual más interesante.

Y también aquí: Conexión cuerpo-mente durante las clases de Pilates

Y en este otro: De tu piel para dentro.

Ahora que me fijo, de este tema hablo mucho.


Foto de Leandro Lucas, Unsplash
Esta muchacha está a punto
de mandarme un poco lejos.
Y lo comprendo.
Leandro Lucas, Unsplash


20. ¿Cómo cambiará mi cuerpo con el Pilates?

Será más flexible, más resistente, más tonificado, más estilizado.

    Tu estado de ánimo también se beneficiará: mejor humor, más energía, más concentración, más serenidad. El Pilates es la purga Benito.

    Y ya sé que no me lo has preguntado pero: ¿te interesa saber cómo cambiará tu mente y tu espíritu practicando Pilates? Yo te respondo igualmente, como propina, en este post: Pilates en casa para integrar cuerpo y mente.


Foto de Joseph Frank, Unsplash
Cuando se practica Pilates, el cielo es el límite.
En este caso el techo.
 Cuando llegue al techo, casi seguro que para.

Joseph Frank, Unsplash


Nos vemos en la próxima entrada. 

Hasta entonces, feliz semana de Pilates.


Anagrama curso de Pilates

Post previo: Las veinte preguntas más frecuentes sobre el método Pilates (I): dudas sobre el entrenamiento

Siguiente post: ¿Por qué lo llaman mindfulness cuando quieren decir meditación?

 

No hay comentarios: