Pilates/Yoga
Mucha gente me pregunta si para conseguir esta una buena conexión mente y cuerpo del que hablamos en el post anterior es mejor, entendiendo por más eficiente, el Pilates o el Yoga.
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No va a ser un combate violento, ya lo advierto. Krista Mangulsone, Unplash (todas) |
¿Quieres saber si te conviene más el Pilates o el Yoga, en qué se parecen las dos
disciplinas, en qué se diferencian, cómo surgieron, qué escuela te vendrá mejor? Sigue leyendo.
Hoy
hablamos de:
- El
Pilates y sus escuelas
- El
Yoga y sus escuelas
- En
qué se parecen Pilates y Yoga
- En
qué se diferencian Pilates y Yoga
- Cómo
elegir entre Pilates y Yoga
- Para
quién no es el Pilates o el Yoga
- El
tiempo y la prisa
- Quién puede beneficiarse de la práctica del Pilates
El Pilates y sus escuelas
El
método Pilates es un sistema de entrenamiento creado por Joseph Pilates, en su origen, para la rehabilitación y el fortalecimiento muscular. Se basa en el
trabajo del centro, incluye el trabajo de la fuerza y la flexibilidad de forma
conjunta y usa la respiración.
Podemos
diferenciar entre Pilates suelo, en que solo se usa una colchoneta, y el Pilates
con aparatos diseñados por Pilates, como el Reformer o el Cadillac. Hoy en día
también se usan otros elementos como bandas elásticas, aros, pelotas, etc.
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A algunos profesores de Pilates se nos va la pinza con lo de incluir nuevos elementos en las clases. Balaji Malliswam |
Desde el principio, y con el tiempo, han ido surgiendo muchas variantes y escuelas diferentes: Pilates original, Stott Pilates, Body control, Body balance, Polestar Pilates, Winsor, y otras más actuales como el Pilates aéreo, el cardio Pilates o el aquapilates, pero todas respetan los principios descritos por Pilates en su libro Return to life through Contrology: concentración, respiración, centralización, control, fluidez, precisión.
El Yoga y sus escuelas
El Yoga es mucho, mucho más que una disciplina para trabajar el cuerpo: es
una doctrina filosófica hindú que se basa en prácticas ascéticas, el éxtasis,
contemplación e inmovilidad absoluta, para llegar a un estado de perfección
espiritual y unión con lo absoluto, y también designa el conjunto de técnicas
de concentración derivadas de esta doctrina filosófica que se practican para
conseguir un mayor control físico y mental. (RAE)
La palabra yoga proviene de la raíz en sánscrito yug, conectar y también colocar el yugo a los bueyes. De ahí, vienen también las palabras yugo y conyugal.
Se
practica desde hace milenios (nace en el sur de la India hace unos cuatro mil años) y de alguna forma, se puede decir que el Yoga no
se ha inventado, si no más bien descubierto. El Yoga siempre estuvo dentro del
hombre, solo tenía que mirar hacia su interior.
En
este sentido, una antigua parábola hindú cuenta que los dioses quisieron
ocultar la llave de la felicidad para que a los hombres les costara esfuerzo
encontrarla. Pensaron esconderla en la cima de la montaña más alta, en el fondo del mar,
en lo más alto del cielo, hasta que finalmente decidieron ocultarla en el
corazón de los seres humanos para que la encontraran dentro de ellos mismos.
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El conocimiento ilumina el corazón. Andres Siimon, |
Hay
muchos estilos y escuelas de Yoga: raya yoga, jñana yoga y karma yoga, entre las más
tradicionales, y otras más modernas como el hatha yoga, ashtanga, vynasa yoga,
kundalini yoga, entre las cuales el hatha yoga es el más practicado y conocido
en el mundo.
El Yoga, que busca la paz a través de la unión de cuerpo, mente y alma, va más allá de lo físico, de hecho, lo físico no ha sido tradicionalmente considerado en la India como la parte primordial del Yoga. En los ocho miembros del ashtanga Yoga se pone en primer lugar modelar un comportamiento ético mediante prohibiciones y preceptos. Se da importancia también al entrenamiento de los sentidos para alejarse de los estímulos, a la concentración de la mente en un pensamiento para meditar y solo dos de los miembros remiten al ámbito físico, que son la respiración y las asanas.
Pero
aquí nos interesa el yoga físico, basado en asanas, posturas corporales que
actúan sobre el cuerpo y la mente y te preparan para la meditación, porque son
las variantes que podemos comparar en objetivos y principios con el Pilates.
En qué se parecen el Pilates y el Yoga
Veamos ahora en qué se parecen las dos disciplinas.
En primer lugar, tanto el Pilates como el Yoga son entrenamientos de bajo impacto.
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De bajo impacto, pero no tanto. Krakenimages |
Las dos pueden practicarse en casa, sin aparatos y no necesitarás más que tu cuerpo.
Ninguna de las dos exige edad mínima o máxima y funcionan bien para alumnos de cualquier condición y capacidad física.
Las dos ejercitan el cuerpo al completo, de hecho es su fortaleza trabajar el cuerpo en conjunto.
Las
dos trabajan posturas parecidas.
Para
su práctica no necesitas más que una colchoneta. Y tu cuerpo. De hecho el
cuerpo, es el principal aparato en las dos.
No necesitas profesor. Una vez obtenida una buena comprensión de los fundamentos de las dos disciplinas, puedes seguir practicándolas por tu cuenta durante toda la vida.
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Pero antes hay que aprender. Antonika Chanel |
Los dos dan mucha importancia a la respiración y a la corrección en las posturas.
Las
dos tratan el equilibrio.
Las
dos atienden a la flexibilidad. Más el Yoga.
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Tras muchos años de practicar Yoga, esta chica puede abrocharse el sujetador con las manos y los pies. Todd Kent |
Las
dos tienen muchas escuelas con diferentes enfoques. Hay que tener en cuenta que
el Yoga lleva practicándose milenios y ha ido evolucionando y ramificándose. Y
el Pilates, aunque es más moderno, también tiene muchas variantes.
Las
dos buscan objetivos parecidos. Como hemos dicho, la palabra en sánscrito viene de la raíz yuj
que significa unión, por lo que tiene entre sus objetivos principales conectar cuerpo, mente y espíritu. Pero también Joseph Pilates
en su libro Tu salud: un sistema
correctivo de ejercicios que revoluciona todo el campo de la educación física,
dice que un buen estado físico se consigue haciendo intervenir no solo el
cuerpo sino también la mente y el espíritu.
Tal vez te interese: Cuatro consejos que cambiarán la forma en que practicas el método Pilates
En qué se diferencian el Pilates y el Yoga
Veamos
ahora las diferencias entre las dos disciplinas.
El Pilates
se centra más más en la fuerza y el Yoga en la flexibilidad.
La
respiración es diferente, abdominal en Pilates y torácica en Yoga.
En
Pilates, primero se atiende al centro del cuerpo, el core, y en Yoga a los
extremos: brazos, piernas, manos.
El Yoga
es casi siempre estático y el Pilates es movimiento.
Los principios
del Pilates atienden primero a lo físico y el Yoga tiene un enfoque más global.
Podríamos decir que el Yoga tiene más conexión con lo espiritual y el Pilates se ocupan primero del cuerpo para curarlo.
El Pilates
suele ser más cuidadoso con algunas posturas porque en su origen está la
rehabilitación y siempre ha crecido como disciplina muy pegada a la
fisioterapia.
Digamos
que el Yoga atiende a la mente y el cuerpo le acompaña en el viaje, usando
respiración, flexibilidad, postura, técnicas meditación, mientras que el
Pilates busca una conexión primero con el cuerpo y a partir de ahí va escalando
niveles progresivamente más globales hasta la esfera de la mente.
En Yoga, las asanas preparan el cuerpo para la meditación y en Pilates, nos conectamos mientras mantenemos la forma.
Hay quien dice, generalizando, que las personas más científicas eligen el Pilates y las más creativas, el Yoga. Pero, la verdad es que, a lo largo de mi carrera, he visto que no hay tal diferencia y que mucha gente practica los dos o más frecuentemente una mezcla en diferentes proporciones de los dos. De hecho, actualmente hay muchas variantes que mezclan las dos disciplinas con resultados magníficos.
Así pues, cómo elegir entre Pilates y Yoga
Para
las articulaciones, o recuperarse de una lesión en general, mejor el Pilates.
Si
necesitas aumentar tu flexibilidad, mejor el Yoga.
Si
quieres aumentar tu fuerza, mejor el Pilates.
Si
buscas paz, mejor el Yoga.
Si
buscas energía, mejor el Pilates.
Si
buscas tratar la ansiedad, probablemente encuentres beneficios más rápidamente
con el Yoga. Con respecto a este tema, hay que hacer una puntualización: si tu
ansiedad proviene de un exceso de dominio del pensamiento, poner el foco en el
cuerpo como predica el Pilates de los Elementos, puede ser más eficaz que el Yoga, porque a
veces nos hace falta dar un paso atrás para alejarnos de la mente. Tendrás que probar cuál de los dos
te viene mejor, o bien una mezcla de las dos disciplinas.
Si
tienes problemas de espalda, especialmente cervicales, mejor el Pilates.
Recuerda que el Pilates prioriza adaptar las rutinas al alumno mientras que el
Yoga no siempre.
¿Te resulta difícil tomar una decisión? No te preocupes, te propongo una cosa: ¿por qué no las dos?
Pilates y Yoga se complementan bien, como el picante y el chocolate.
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Marina Abrosimo |
Tal vez te interese: ¿Qué aprenderás con el Pilates de los Elementos?
Para quién NO es el Pilates ni el Yoga
Si
quieres aumentar tu masa muscular, recuerda que ninguna de las dos disciplinas lo tiene como
objetivo.
Para
adelgazar, tampoco, ninguna de los dos.
Si
tienes heridas sin cicatrizar.
Si
tu embarazo es de riesgo.
Si
te crea ansiedad entrar en tus pensamientos y emociones, deberás tratarte
primero ese problema.
Hay gente que piensa que tanto el Pilates como el Yoga son para alumnos mayores y es cierto que hay un predominio de practicantes no tan jóvenes, pero suele ser por dos motivos: porque los médicos y fisioterapeutas recomiendan el Pilates para los problemas de articulaciones y de espalda, que con la edad se vuelven más frecuentes, y porque los jóvenes no suelen tener la mente fuerte como para obtener buenos resultados en estas disciplina. Sin embargo, yo creo que el Pilates es una disciplina magnífica para los niños y que puede empezar a practicarse con seis años, siempre que se alterne con otro tipo de deporte más aeróbico.
De hecho, mi alumna más joven, y entusiasta, tenía diez meses. Sí, diez meses. Yo trabajaba en un centro cultural y una de las madres no tenía con quién dejar a su hija. Como era una niña tranquila, un amor, con unos ojos grandes que se fijaban en todo, y siempre alegre, le madre la colocaba en una esquina sobre unas mantitas y se entretenía con sus juguetes. Pero, a medida que pasaba el curso, la niña no encontraba mejor juego que imitar las divertidas posturas de su madre y sus amigas. Sobra decir que ese año no avanzamos mucho en el principio de la concentración.
No compitáis en flexibilidad con un bebé. Ni con
un gato.
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Ni con este muchacho, con este muchacho tampoco. Pavel Kalenik |
Pero
vuelvo al tema, que no quiero desviarme. Finalmente, hay otro tipo de personas
que podrían no beneficiarse de practicar Pilates. Las veremos en el último
apartado.
El tiempo y la prisa
Tal
vez el Pilates no es el deporte para ti si eres de los que arriesgan la nariz con tal de subir al metro cuando se cierran las puertas o si te atragantas con
el sándwich para zamparte el almuerzo en diez minutos.
Vivimos en un mundo de prisa y caos, lo entiendo, y hay un deporte para cada uno. No pasa nada. El mundo deportivo te ofrece un abanico extensísimo de opciones: está el aerobic, el crossfit, el spinning, no faltan deportes para ti. Pero lo tuyo no es el Pilates.
Haz
aerobic, baila, pero solo si lo disfrutas tanto como estos chicos.
Hay alumnos que me preguntan después de una sola hora de clase: «¿cuándo voy a tener mi vientre plano, mi espalda recta, mi piel sin espinillas? ¿Cuándo voy a sentirme bien?».
No lo sé, lamentablemente no tengo una bola de cristal.
Esta
es la promesa del Pilates: después de diez sesiones, sientes la diferencia,
después de veinte, la ves y después de treinta la ven los demás.
Bueno;
siento decirlo, pero no siempre.
Y no
es algo fácil de aceptar para según qué tipo de persona. Hemos puesto en el
centro de nuestra vida el acumular posesiones, escalar la pirámide social y no
tanto nuestra salud mental y nuestras relaciones personales. La salud física
nos preocupa, porque todos tenemos claro que nuestro cuerpo debe estar sano
para trabajar mejor, para rendir más, pero eso es todo. Y la queremos ya. Si
ese es tu caso, el Pilates no es para ti.
Si
tienes una personalidad resultadista de corto plazo, si buscas rendimiento para
ayer, el Pilates no es para ti.
Tampoco
es para ti si ves el entrenamiento como una competición, no contra un
compañero, sino también si es contra ti mismo. No es el camino. En Pilates estás
colaborando con, no luchando contra.
Ya hemos visto en otras ocasiones que aprender, e interiorizar, los principios de Pilates lleva su tiempo.
El Pilates no es para una prisa.
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Alumnos de Pilates, llegando tarde a su clase. Grant Durr |
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Quién puede beneficiarse de la práctica del Pilates
En
resumen, el Pilates es para gente precisa, fluida, con atención al detalle,
imaginativa, para gente capaz de concentrarse en su interior sin dejarse llevar
por el caos de la mente, centrada, para gente eficaz, entendiendo eficaz cuando se lucha por obtener un resultado beneficioso perdurable, que de verdad mejore tu vida y no solo en el sentido físico.
El Pilates es para
el que no tiene miedo de embarcarse en una travesía personal de autoexploración y descubrimiento.
También para valientes. El Pilates es para valientes.
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Tamas Tuzes Katai |
Si eres esta persona, bienvenido, bienvenido para siempre: el Pilates es para ti.
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