¡Volvemos! Al trabajo, a los estudios, a la ciudad... pero no todo va a ser malo: también al Pilates. Ha sido un verano provechoso, intenso, y corto, muy corto, o a mí se me ha hecho corto. Como ya ha acabado, de hecho estamos entrando ya en el otoño, empezamos la nueva temporada del blog con un principio de Pilates que no es de los más fáciles, la precisión, pero es que el verano ya acabó, repito.
Bienvenidos a todos de vuelta al Pilates.
La precisión durante la práctica del Pilates hace que
confluyan elegancia y eficiencia en el movimiento. Hay método, hay
meticulosidad, hay rigor. Para incluir la precisión en nuestros entrenamientos de Pilates hay que ser certero como
una flecha, escrupuloso como un contable de Hacienda, exacto como las medidas
de un soufflé. ¿Te animas?
![]() |
Mis alumnos, acudiendo en masa a mis clases. Possesed fhotography, Unplash (todas) |
Hoy hablamos de:
- La precisión técnica en
Pilates
- Estar presente durante la
práctica de Pilates
- Calidad y no cantidad de
repeticiones en Pilates
- Adaptaciones de los
ejercicios en Pilates
- Control en Pilates. La ciencia de la contrología
A menudo, los principiantes comienzan a practicar Pilates con una energía muy alta: vienen de disciplinas como el spinning, el aerobic, la zumba, el crossfit. Una energía inadecuada para el Pilates. Repito: no son disciplinas mejores ni peores, solo distintas.
Normalmente,
pasa un tiempo hasta que te das cuenta de que el Pilates no va de eso.
El
Pilates tampoco es para todo el mundo, hay que tener interés por poner nuestra
mente a trabajar y muchos alumnos buscan precisamente evadirse; de las
obligaciones, del trabajo, de los problemas. Quieren que alguien les anime a
darlo todo en la clase mientras su mente viaja lejos de su cuerpo. Es algo así
como salir de casa para ver una película mientras otra persona limpia el polvo,
ordena libros, friega el suelo; a la vuelta quieres verlo todo limpio.
En
este caso, cuando termina la clase y sales del gimnasio, deseas ver los
efectos que ha tenido la práctica deportiva en tu cuerpo, pero no quieres estar
presente, estar realmente presente,
durante el ejercicio. Si lo que buscas en el deporte, es huir de ti mismo, callar
la voz de tu mente por un rato, este no es el deporte para ti, porque
precisamente el Pilates nos pone frente a nosotros mismos. Y no todo el mundo puede o, más frecuentemente, quiere hacerlo.
Tal vez te interese: Conexión cuerpo-mente durante las clases de Pilates (I)
Claves para la conexión cuerpo-mente durante las clases de Pilates (y II)
Pilates en casa para integrar cuerpo y mente
A menudo,
se busca en el deporte agotar el cuerpo para adormecer la mente. Muchos de los
deportes más novedosos y practicados hoy en día, se basan en eso. Están
buscando la sensación de agotamiento físico, que les indican, creen, que han
trabajado bien y que están obteniendo resultados: adelgazar, fortalecerse, lo
que sea. A menudo, indica un problema de estrés sin tratar: lo que buscan es
que su cuerpo se canse tanto que olviden los problemas que les causan tensión o
que les deje tan agotados que por fin puedan dormir. Si sientes que ese podría
ser tu problema, aconsejo tratar el insomnio y/o las causas del estrés; sería
más efectivo.
A veces, pasan años hasta que nos damos cuenta de que ese no es
el camino para reducir estrés y fatiga mental, que solo armonizarnos con
nosotros mismos dará resultados a largo plazo.
Atendiendo al principio de la precisión, no importa el peso
que levantes, lo que tenses la goma, las repeticiones que hagas; calidad y no cantidad, decimos siempre.
Y aquí chocamos de nuevo con la sociedad competitiva y resultadista en que
estamos inmersos.
Recuerdo
dos alumnas (en realidad, bastantes, muchas); apenas cumplidos los treinta,
buenas deportistas, activas, exitosas en sus trabajos. Tras la primera clase, una
de ellas comentó:
—No
he sudado nada; o no lo he hecho bien o este deporte es demasiado suave, como
para gente de setenta para arriba.
Y miró
con un poco de pena al resto de la clase, que consideraba muy mayor para ella,
aunque ninguna teníamos setenta, y aunque hubiera sido el caso, tampoco habría
estado bien el comentario.
![]() |
Una alumna lanzando un maleficio a la compañera maleducada. Javier Peñas |
El
segundo día, se embarcaron en una competición por ver cuál de las dos aguantaba
más tiempo un roll over: una curiosa variante del roll over inventada por ellas
y que consistía en apoyar el peso del cuerpo en las vértebras cervicales y empujar con
todas sus fuerzas en dirección a la cabeza. La segunda semana, sendas lesiones
en el cuello les impidieron asistir a la escuela, mientras que las alumnas “mayores”
siguieron viniendo con normalidad a la clase.
Cuando
algunos alumnos se frustran porque les parece que tardamos mucho tiempo en
“armar”, por decirlo de alguna manera, un ejercicio, debemos recordar que
algunos ejercicios en Pilates, bajo una apariencia de claridad y sencillez,
esconden una complejidad notable y que de su correcta ejecución depende que no
nos hagamos daño. Prevenir lesiones es una máxima que debería ser prioritaria para
todos los profesores de Pilates.
Al
principio, el profesor debe hacer adaptaciones,
personalizadas, de los ejercicios y movimientos, despojándolas de los elementos
que puedan causar dificultades y poco a poco guiará al alumno para añadir
detalles, capa a capa, hasta obtener el movimiento y el desarrollo perfectos.
Hace
falta también precisión para implicar en el ejercicio el músculo o el grupo
muscular que queremos y no otro, y de la forma que queremos. Durante una clase
de Pilates, en definitiva, debes tener tu mente en lo que haces o no habrá
precisión.
Todo
ello conlleva, además, aplicar de manera activa nuestro conocimiento, porque no solo somos el cuerpo, sino también la
mente. Cuando decimos conocimiento hablamos de saber cómo trabaja nuestro
cuerpo, cómo se mueve una articulación, cómo funciona el flujo sanguíneo
muscular, etc. Esto debería ser básico en cualquier deporte y no solo en
Pilates y sorprende que en ocasiones no se le dé importancia.
Tal vez te interese: De tu piel para dentro (y II) en el que se habla del escaneo de emociones y pensamientos durante tus entrenamientos de Pilates.
Para
conseguir esta precisión, en Pilates dedicamos mucho tiempo, pero mucho, mucho, a desarrollar la
consciencia corporal, que tiene gran relación con el control. No en vano,
Pilates llamó a su método Contrología.
Como pronto habrá otro artículo que hable de esto, baste por ahora recordar que
la precisión nos ayudará a conocer nuestro cuerpo, qué músculos tenemos acortados,
problemas de colocación, mala higiene postural, etc.
Recuerdo
que escuchar al cuerpo debería hacerse también fuera de la clase de Pilates:
estar atento a cómo te mueves cuando pasas mucho tiempo delante del ordenador o
cuando ves al tele en el sofá, cómo te colocas al dormir y de qué forma te
levantas de la cama.
En
orden a conseguir precisión, o en entrenar al alumno para que busque siempre la
precisión, encuentro que es más efectivo explicarle qué se busca en el
movimiento que le propongo, que va a trabajar o cómo va a cambiar su cuerpo,
que en explicar el ejercicio en sí.
Deberías subir como un soufflé, descender como un águila, desplazarte como una carpa dorada. De lo más fácil.
![]() |
Sebastian Coman |
![]() |
Zdenek Machacek |
![]() |
Esta carpa no, que parece que está muerta. T J |
![]() |
Esta mucho mejor. Zhengtao Tang |
Por último, la precisión tiene más que ver con el aislar los movimientos que con integrarlos. Es un primer paso y, en toda su complejidad, es aún un paseo de rosas comparado con lo que viene luego: como el dominio de la fluidez y otros principios de los que hablamos en otros posts del blog como La fluidez en Pilates (I) o Dejar fluir en Pilates (y II)
Hoy hemos tratado un tema algo complicado en Pilates, pero, ya sabes lo que dicen:
Si es fácil, no es Pilates.
Hasta la próxima, feliz
semana de Pilates a todos.
Post previo: Pilates para gente normal
Siguiente Post: Las veinte preguntas más frecuentes sobre el método Pilates (I): dudas sobre el entrenamiento
No hay comentarios:
Los comentarios nuevos no están permitidos.